Morir o vivir con sus ideas

Seguro que los menos jóvenes se acordarán del gran Paco Ibáñez y de su famosa canción La mala reputación. Pues resulta que ésta es originalmente una obra del inmenso cantautor francés Georges Brassens. Un artista que, entre decenas y decenas de poesías y baladas, destacó con una canción llamada Morir por sus ideas en la cual añadía: “Vale, pero de muerte lenta”. Denunciaba Brassens a los que clamaban que iban a sacrificarse por sus bellas ideas pero que al final "sobrepasan a Matusalén en longevidad". Ayer en Valdebebas no pude evitar pensar en ello cuando Zinedine Zidane dijo: "No muero con mis ideas, vivo con lo que hago". Una forma poética y muy sentida de definir una cosa a la cual me refiero mucho cuando intento explicar qué tipo de entrenador es mi compatriota. Es decir: el pragmatismo.

Zizou no quiere que se le recuerde como a un técnico que impone un estilo o un sistema táctico muy concreto, como a alguien inamovible con su dogma. No, quiere ganar. Y volver a ganar. Siempre ganar. Y por ello mueve ahora su mano izquierda tan bien como movía su pie derecho en sus tiempos de jugador. Y por ello, y a pesar de todo, ha puesto a Gareth Bale en la convocatoria para el partido de Pamplona e, incluso, se puede imaginar que jugará de inicio esta tarde en El Sadar. Porque sabe que el futbolista galés puede ser útil para la causa madridista.