No me fío nada de su piel de cordero

Estos días sólo llegan mensajes desde Zaragoza envueltos en una indisimulada piel de cordero. Que si van a jugar ante el Madrid una gran mayoría de suplentes, que si a Víctor Fernández sólo le importa ganar este fin de semana al Cádiz, que si la Copa no interesa porque sólo preocupa en la ciudad lograr el ansiado ascenso... No me creo nada. La Cultural también jugó con suplentes ante el Atleti en León y tumbó en la lona a los guerreros del Cholo metiéndoles en una crisis profunda. La Copa da alas a los actores secundarios, por lo que veo más peligroso esta noche un Zaragoza de reservas que si hubiese jugado con su once de gala. Los maños estarán aupados por más de 30.000 almas que llenarán La Romareda...

El Zaragoza siempre fue un equipo de Primera, a la altura de una ciudad espectacular que tiene casi 700.000 habitantes. Ya sé que este no es el Zaragoza de los Cinco Magníficos, ni el de los zaraguayos, ni el de Cedrún, Señor, Rubén Sosa, Pineda y Pardeza, ni el de Nayim, Aragón, Poyet, Higuera y Esnaider que ganó la Recopa en París en 1994.

Pero a partido único nadie gana ya sin bajarse del autobús. La preparación física ha igualado mucho a los equipos y sólo la técnica individual marca las diferencias. Claro que el Madrid es favorito, pero no olvido aquella Copa que nos ganaron en Montjuïc...