Recordando al Castilla
Zizou no se fía un pelo del partido de Copa sin posibilidades de arreglar las cosas en la vuelta en el estadio Santiago Bernabéu.
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En qué puede ser beneficioso para el entrenador del Madrid haberse sentado en el banquillo del Castilla? Pues primero le ha permitido conocer mejor a los jóvenes jugadores, ha aprendido a comunicar con ellos y a ayudarles a proseguir con su formación. Algo extremadamente útil ahora con chicos como Rodrygo (19 años), Vinicius Junior (19 años), Militao (22 años) y, quizás pronto, Reinier (18 años). Pero también, y no es anecdótico, le ha hecho descubrir la Segunda B y sus campos tan peculiares. Zidane ha viajado por estos lares durante una temporada y media y se acuerda con cariño de esta época. También, cuando piensa en este compromiso copero, le vienen a la cabeza imágenes de céspedes destrozados, de rivales duros y extremamente motivados y de extraños arbitrajes.
Estas experiencias diversas están influyendo de forma muy especial en la preparación del encuentro de esta noche en Salamanca. Porque Zizou, también por lo que vivió como jugador con la Copa en Francia, no se fía un pelo de este partido sin posibilidades de arreglar las cosas en la vuelta en el estadio Santiago Bernabéu y frente a un rival que va a ir a por todas. Por todas estas razones, el técnico madridista va a poner un once muy competitivo con futbolistas que, normalmente, no juegan este tipo de duelos. La idea es evitar cualquier susto. Algo que los aficionados agradecerán.
