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LA PIZARRA TÁCTICA

Los cinco de Zidane

Real Madrid's French coach Zinedine Zidane speaks to his players during the Spanish Super Cup semi final between Valencia and Real Madrid on January 8, 2020, at the King Abdullah Sport City in the Saudi Arabian port city of Jeddah. (Photo by GIUSEPPE CACA
GIUSEPPE CACACEAFP

Que el Madrid se explique a través de sus centrocampistas no es una señal insignificante. La buena pose ante el Valencia con Casemiro, Valverde, Kroos, Modric e Isco en el once descubrió la magnitud de esta variante que tan bien le puede sentar. Aunque el Valencia allanó la empresa, desubicado por el retorno inicial de Celades al 1-4-3-3 que luego tuvo que deshacer y agrietado en todas sus líneas, se vio a un Madrid dominante, fluido y bien definido. El reparto de tareas de la poblada medular no degeneró en un estado de confusión y funcionó como un reloj suizo. Casemiro fue el escolta, Kroos se erigió en el director y Modric y Valverde lucieron al espacio. Tantas buenas noticias apuntaron a un nombre más. El Madrid se entregó al mejor Isco, de vuelta ya. Su capacidad para aparecer por todos los lados, ofrecerse en los intervalos libres y girar la estructura ché potenció ese ataque dubitativo de los de Zidane, al que todavía le faltan opciones sostenidas de desequilibrio y cambios de ritmo. 

Ampliar

La ruptura de Valverde en el gol de Isco es otro movimiento que el Madrid debe repetir más. El uruguayo atacó la espalda de Soler y ganó línea de fondo, con Modric, Jovic y el malagueño en zona de remate. Fue uno de los símbolos de la elocuencia madridista en ataque. De su gestión con el balón, su mejoría en las transiciones tanto ofensivas como defensivas y de su actitud en la presión y clausura de líneas pocas dudas quedan. Es un equipo sólido, equilibrado y comprometido, pero todavía tímido en el desborde y en la generación de oportunidades de gol en distintos entornos. La fragilidad del Valencia, de paseo en Yeda, abarata la repercusión de las conclusiones, pero el Madrid salió con la cabeza muy alta y los cinco centrocampistas como bandera de la ilusión.