Zidane volvió a sorprender
No es la primera vez que Zinedine Zidane nos sorprende a todos en relación al sistema de juego y a los propios futbolistas elegidos a la hora de disputar un partido importante para el Real Madrid. El técnico galo optó por utilizar un 1-4-1-4-1 difícil de descifrar por las continuas permutas de posición entre algunos de los centrocampistas, sobre todo entre Fede Valverde y Luka Modric por el perfil derecho del ataque, produciendo cosas muy interesantes en lo ofensivo.
Profundidad: esta elección de hombres y de dibujo tenía sus pros y sus contras. Al equipo, a pesar de ponerse por delante en el marcador, le estaba costando encontrar la profundidad, tanto por fuera como por dentro, igualmente apenas se puedo conectar con Jovic. Por otro lado, el control del juego y del balón era total. Los de Celades no encontraban los mecanismos para robar y poder atacar en transición, mientras el Madrid tocaba y tocaba con comodidad y precisión hasta que esa sociedad en banda derecha formada por Valverde y Modric se activó para fabricar el segundo gol. A partir de ahí el Madrid fue un rodillo, con una magnífica actuación de todos los centrocampistas del equipo que disfrutaron asociándose sin parar. Un día más que el plan le sale a la perfección a Zidane, que nunca se da importancia y que casi nunca sale en la foto de los buenos días.