Una Gabarra para esta generación

La Gabarra descansa en silencio junto al Museo Marítimo de Bilbao, a los pies de San Mamés. Ahí quieta, medio olvidada de las miradas de los paseantes y tan viejecita como está pese a los brochazos de pintura que recibe de cuando en cuando, seguro que por sus tripas de madera se le mueven mariposas pensando en salir a zarpar 36 años después. Hay una generación entera que sólo conoce sus andanzas por fotos o imágenes en un color muy pálido, cuando los héroes de los últimos títulos idearon esta curiosa forma de celebrar los éxitos: recorriendo la Ría ante millones de vizcaínos. Un servidor, que otra cosa no pero años tiene para vender, aún se estremece al pensar cómo estábamos todos los hinchas apostados en los márgenes de aquellas aguas sucias de color chocolate esperando al paso de jugadores de leyenda, con Dani a la cabeza levantando la copa de campeones. Hablar con ellos estos días ha sido un enorme placer nostálgico y un honor.

Del pasado no se vive. Van a cumplirse 15 años sin una victoria en el Bernabéu y este grupo de catedráticos de los 80 va dando las claves para acabar con semejante maldición. En este tiempo, sólo un empatito, hace dos cursos con Ziganda. Goikoetxea, férreo defensa central que tuvo mil batallas con todos los cracks del Madrid, lo deja claro: los detalles a veces deciden estos compromisos. A ver si hoy, día del sorteo de Navidad, el Gordo acaba en rojo y blanco.