La fórmula de Simeone contra la presión de Osasuna
El equipo rojillo promedia once recuperaciones por partido en campo rival y exigirá al Atleti la búsqueda de soluciones para superar esa intensidad del rival.
El alivio europeo otorga al Atlético la tranquilidad suficiente para empezar a invertir la tendencia en LaLiga. Aunque el Lokomotiv fue lo que fue, un rival sin callo ni esperanza, los de Simeone lidiaron con responsabilidad la amenaza del fracaso y recondujeron parcialmente su quebradiza relación con el gol. El compromiso ante Osasuna se parecerá en poco al de Champions por las singularidades rojillas. El equipo de Arrasate se identifica con la tradición histórica del club, compite desde la humildad y destaca por su ardor guerrero. Si respeta lo que viene haciendo desde la temporada pasada, al Atleti se le presenta un examen en la salida desde atrás y mando en el juego. La presión alta diferencia a Osasuna, con un promedio de 11 recuperaciones por partido en campo rival. Su pretensión es que el adversario traslade el balón hacia un banda para ahogarle ahí y provocar el error con ese 1-4-4-2 en rombo en fase defensiva que tan bien bascula. La sincronía de los movimientos es casi perfecta, presidida por un grado de nervio y esfuerzos notables.
El Atlético necesitará escalonar a sus jugadores en diferentes alturas para esquivar el bloque navarro. Simeone se ha apoyado en distintos partidos en la fórmula de utilizar a uno de los medios como tercer central en la construcción. Lo hizo con Saúl a principio de curso, lo replicó con Herrera ante el Villarreal. El mexicano se unía a Felipe y Hermoso y Koke intervenía en la base de la jugada junto a Thomas. La receta funcionó y Saúl y João Félix pudieron aparecer entre líneas para recoger los envíos por dentro de los centrocampistas. Al margen de los nombres, hoy con Saúl como previsible lateral y Correa entre los once titulares, el Atleti apunta a repetir una postura similar cuando Osasuna invada su campo.
Por Thomas pasará la dirección del juego rojiblanco. Imponente ante el Lokomotiv, en un contexto antagónico al que se espera, es el futbolista con más clarividencia para alimentar las progresiones interiores y no buscar siempre los costados, el objetivo principal de Osasuna. Banega le mostró el camino la pasada jornada moviéndose sin balón para recibir más liberado y dando velocidad a las entregas. El argentino encontró las dos debilidades lógicas que se originan en las situaciones de presión avanzada del conjunto de Arrasate. A la espalda de la medular se abre un espacio si los centrales no lo cierran. Es un escenario idóneo para que João Félix participe y marque diferencias. Asimismo, Osasuna siempre queda expuesto al cambio de orientación de lado a lado. No le importa, a sabiendas de la dificultad que implica este tipo de desplazamientos, pero el Atleti deberá agrandar su mirilla para explotar el vacío en el otro perfil del terreno de juego. El éxito de esta doble rutina le aseguraría hacer replegar a Osasuna, le agraciaría con más oportunidades de gol y alejaría de la portería de Oblak a un Chimy Ávila extraordinario .
Esta es la disposición habitual de Osasuna cuando el rival aspira a iniciar el juego en corto. Se aprecia el rombo del centro del campo rojillo. Uno de los delanteros salta sobre el central que recibe y le fuerza a asociarse con el lateral abierto. Entonces Osasuna bascula y aprieta en esa zona.