El Zaragoza fue una furia en Riazor

El Real Zaragoza pescó en el río revuelto del Deportivo y firmó una victoria incontestable en Riazor que confirma el alto vuelo de su reconstrucción futbolística y fortalece sus aspiraciones de ascenso. El partido tenía un cierto aire de trampa, pero el equipo de Víctor Fernández lo resolvió con una notable suficiencia, exhibiendo una madurez y una pegada al alcance de muy pocos en la categoría. Y eso que Luis Suárez volvió a desperdiciar un penalti —el cuarto del Zaragoza en este campeonato— y estrelló un balón en la madera. Así que fueron tres, pero pudieron ser cinco, porque el caudal ofensivo fue por momentos incontenible para un colista que quiere, pero no puede. 

El encuentro se jugó al ritmo que marcó Eguaras, que jugó a sus anchas casi todo el partido bien escoltado por Javi Ros, y acabó de encumbrar a Puado, un gran refuerzo que suma ya dos goles y conforma una pareja letal con Luis Suárez, que se quitó la espina del penalti fallado con otro gol marca de la casa. El Zaragoza fue muy superior en la primera parte, donde manejó el ritmo y dominó las dos áreas, y se sobrepuso tras el descanso a la furiosa reacción del Deportivo para acabar jugando a placer. Pese a la plaga de lesiones y a todo tipo de contratiempos, Víctor ha reconstruido a un equipo que cada vez tiene mejor pinta para pelear con todas las de la ley por el premio gordo.