La búsqueda del gol y de Griezmann

El momento. En el compromiso del Wanda Metropolitano abundan las contradicciones. El Atleti ya no es aquel equipo controlador de los detalles y con oficio en las áreas, desesperado por la falta de inspiración en el gol. Su valentía y volumen ofensivo no obtuvo premio en las dos salidas de Granada y Turín. En el otro lado, el Barcelona ha relegado el juego en favor del resultado. Es un equipo más rutinario y desapasionado, pendiente también de encontrar definitivamente a Griezmann para armonizar una pauta en ataque subordinada en exceso al golpe de genialidad de Messi. La doble cuestión planea sobre un enfrentamiento que apunta a ser diferente a duelos previos.

La producción. Simeone se debate entre repetir el cuatrivote inicial de Turín o reunir en el once a João Félix y Correa junto a Morata. La primera alternativa achicará la creatividad en la zona de mediapunta y exigirá la intervención continuada de Trippier y Lodi, que ante la Juventus estuvieron contenidos en el primer tiempo. Además, el reintegro de Rakitic compensa a nivel defensivo al Barcelona en el perfil derecho y refuerza su repliegue —solo cinco contras del Borussia Dortmund el miércoles—, un contexto que reclamará más cosas al conjunto rojiblanco. Ante esa realidad, el Atleti puede estirar sus asociaciones con João y Correa juntos y disponer de dos jugadores capaces de dividir a la zaga rival. A nadie se le escapa que el Barcelona está teniendo desajustes por dentro, con acciones de presión de la medular que no acompaña la defensa. Aunque ante el Borussia se corrigió, todavía es este un asunto inquietante. Los desmarques de fuera a dentro de Correa incidirán en esta anomalía azulgrana. Su titularidad se alinea con la verticalidad y desequilibrio que tanto necesita el Atleti para reactivar sus promedios realizadores que soporta para bien y para mal Morata. Seguro que también debe aumentar su acierto, pero más trascendental es ampliar el número de opciones de gol.

La alianza. Al Barcelona le preocupa la conjunción de Griezmann con Messi y Suárez. Los brotes verdes de la noche del Borussia, donde el tridente conectó hasta en 27 ocasiones, pueden descubrir una etapa de connivencia. Aunque Griezmann sigue y seguirá incómodo en la izquierda, tiene el talento para complementarse con Messi y Suárez en distintos tipos de jugadas. Si el uruguayo se desmarca hacia el lado derecho, arrastrará a los centrales y abrirá espacio interior al galo. Trippier debe medir sus subidas al ataque para que el francés no explore los huecos a su espalda y Felipe saldrá en su ayuda. La contra del gol europeo de Griezmann con asistencia de Messi manifiesta la idoneidad de este doble movimiento. Tampoco es un dato aislado el hecho de que el exatlético fuera el jugador al que más pases dio el argentino contra el Borussia. El feeling parece crecer y los hábitos, mejorar. A Griezmann le buscará el Barça como el Atleti andará a la caza del ansiado gol.