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La honestidad brutal de Luis Enrique

Luis Enrique sorprendió a todos los presentes en el Salón Luis Aragonés y a todos los que seguían con expectación el regreso a su cargo de seleccionador de España. Su alocución, en la que explicó los motivos por los que Robert Moreno es el único miembro de su staff que no se hizo este miércoles la foto con él en su regreso, fue convincente, sincera, presidida por una honestidad brutal. La alegría de su regreso se palpaba en la sala a la vez que el ansia de saber qué había pasado entre el primero y el segundo. Luis Enrique contó su versión con pelos y señales y en su exposición fue hasta empático con Robert Moreno, entendiendo los motivos por los que quería llegar a la Eurocopa pero discrepando de ellos por considerarle un desleal. Son sus principios, dijo, él no lo habría hecho (fundamentar su ambición en un hecho luctuoso) y por eso no quiere que trabaje más con él. Después de escuchar a Luis Enrique queda claro que Rubiales y Molina dijeron la verdad al explicar su versión de los hechos. Luis Enrique estuvo humano durante los 45 minutos de conferencia de prensa y tuvo una entereza loable después de lo que ha vivido. Su reflexión sobre el duelo y la pérdida de los seres queridos fue también sincera, muy emocionante y es recomendable de ver por toda la gente.

Después de su rotunda explicación del desencuentro con el que fue su ayudante, quedaba una pregunta para el morbo que ninguno de los periodistas presentes quisimos afrontar. ¿Robert Moreno solo habló una vez con Luis Enrique, el 12 de septiembre, desde que el asturiano dejó el cargo oficialmente el 19 de junio? Mejor que ninguno hiciéramos esa pregunta. Da igual. Hay que mirar hacia adelante. Que le vaya bien a Robert Moreno. Y, sobre todo, que le vaya bien a Luis Enrique, porque su bien es el de todos los aficionados a la Selección. Y Xana se estará chuleando de que su padre es el seleccionador de España. ¡Ole!