El PSG ya no da tanto miedo, pero...
¿Recuerdan? En febrero del año pasado el PSG visitó al Madrid en partido de ida de octavos y aquello fue como sentir a Atila en las puertas de Roma. Y eso que el Madrid tenía entonces a Cristiano y era campeón vigente de la Champions, ganador de las dos últimas, o de tres de las cuatro más recientes, a mayor abundancia si se prefiere. Pero aquel ataque Mbappé-Cavani-Neymar imponía. Sobre todo éste, cuya genialidad aún prevalecía sobre sus caprichos de rockero narciso, que luego se han impuesto. Mbappé era la figura emergente, ‘El Elegido’, al modo de LeBron James años antes en la NBA. Cavani era la clásica fiera del ataque.
Nunca vi al madridismo tan atemorizado, ni en tiempos en los que sólo fue uno más en el concierto europeo, que los hubo. Pero pasó esa eliminatoria y ganó la tercera Champions consecutiva, tredécima de la cuenta total. Traigo a colación esto porque casi me sorprende la calma con que ahora esperamos al PSG, que le dio un repaso al Madrid en el partido de allá. ¿A qué se debe? Sin duda, a que el Madrid ha dado en las últimas semanas la sensación de haber recuperado la confianza y el juego. El equipo es el mismo que sentíamos aburrido de sí mismo, de verse en el espejo ganando y ganando. De repente parece de nuevo joven y ambicioso.
Apenas algún retoque. Valverde, sobre todo, si es que juega hoy. Y Mendy, que pone en apuros a Marcelo, y tampoco sabemos si jugará hoy. Pero el grupo se ha sacudido las telarañas y afronta la prueba con una serenidad que se transmite a la grada y a la calle. Aunque, ojo, ahí sigue Mbappé, pendiente de romper por fin, Neymar es capaz de cualquier diablura, Icardi hace las veces de Cavani, que también sigue, y Di María luce en todo su esplendor. Hay rival, aunque el campaneo que anuncia su llegada se haya amortiguado en este tiempo. Hay rival para que sepamos de verdad esta noche si la pócima de Zidane ha obrado un nuevo milagro.