Le voy a diseñar a Gareth una bandera para que este sábado la exhiba en el Bernabéu antes del partido entre el Real Madrid y la Real Sociedad con este lema: "Bale out, out, out. In that order". Imagino que lo entenderá a la primera, porque me consta que la lengua de Shakespeare la maneja a la perfección. También imagino que no le sentaría demasiado bien, si es que le queda algo de sentimiento puro madridista. Pero ha llegado el momento de decirle al galés que basta ya de tomar el pelo a los madridistas.

Hasta ahora todo parecía un debate cerrado entre la crítica periodística, su agente Jonathan Barnett y un sector del Bernabéu. Pero su troleo con la bandera ha sobrepasado los límites de la paciencia de la afición. No seré yo el que le pida que sienta más al Madrid que a Gales. Pero si él mismo hace chanza de un cántico que en la grada de Cardiff fue mayoritario el pasado martes y en el que se sitúa al Madrid incluso por detrás de su afición al golf, la multa por saltarse este semáforo en rojo debe ser la más alta imaginable.

Si por mí fuera, Bale no volvería a jugar un solo minuto más con la camiseta del Real Madrid. Con este escudo no se juega y tu gracia te la puedes llevar a un programa de humor de la televisión galesa, porque aquí no la vamos a admitir. Jamás había visto al personal tan irritado y dolido con una actuación de un jugador del Madrid. Utilizar una celebración, lógica y sana al ser su país, para burrear al club que te paga generosamente traspasa los límites de la decencia. No sé qué hará Zidane contigo, pero si yo estuviera en su lugar tengo claro que te ibas a pasar de aquí al mes de junio sentado en el banquillo. Gareth out!