La propaganda exitosa de Mourinho
Hay que reconocer que Mourinho no se aburre cuando está sin banquillo. En esta última etapa ha aprendido alemán, se ha dejado ver por aquí y por allá, ha concedido todas las entrevistas que no acostumbra a dar, ha sonado para innumerables clubes -Madrid, Bayern, Dortmund...-, ha pisado platós de televisión como analista e incluso ha comentado la Copa de Asia, gran experto él del fútbol asiático. Una campaña electoral en toda regla que ahora encuentra recompensa: es el nuevo entrenador del Tottenham. No es cualquier cosa. Un equipo que sigue en la Champions, de Londres -donde vive Mou- y en grave crisis de resultados en la Premier esta temporada. A poco que haga, parece, reparará lo hecho por Pochettino es estos meses. Eso sí, difícil tiene repetir lo del argentino en este lustro, en el que llevó a los Spurs a ser el equipo más regular año a año en Inglaterra y a una final de Champions, ni más ni menos.
Por alguna causa que se desconoce, los directores deportivos y presidentes siguen comprando el discurso de Mourinho. El altavoz mediático que le acompaña a extender de manera exitosa su propaganda ayuda. Ya era un experto en las artes de la comunicación cuando vivió su mejor época como entrenador, soberbia, sin duda. Pero el fútbol avanza, la metodología cambia y las lecciones gratuitas hay que llevarlas al terreno de juego, no a las salas de prensa. Es precisamente en el césped donde Mourinho ha descarrilado últimamente una y otra vez. Pocos técnicos con su caché hubieran encontrado la oportunidad que ahora se le presenta tras tres despidos consecutivos. De United, Chelsea y Real Madrid salió antes de tiempo y con un contrato sobre la mesa que no llegó a cumplir. Se fue porque le echaron.
Desde hoy Mourinho vuelve a estar en los grandes titulares y en las principales portadas. Habrá quien piense que puede hacer del Tottenham un equipo campeón de algo, como hizo meritoriamente antes en los clubes que estuvo. La pregunta es a costa de qué. Enseguida empezará la petición de fichajes, las inversiones millonarias de un Tottenham ahorrador estos años con Pochettino, las polémicas con los árbitros, con los entrenadores rivales, con el calendario y con cualquiera que se ponga de por medio. ¿Les suena? De fútbol se hablará poco, todo lo contrario a lo que sucedía con Pochettino...