¿Es peor Robert que Luis Enrique?
Robert Moreno quiso difundir un mensaje de tranquilidad y optimismo, pero trasladó crispación. En la última semana ha dicho tres veces que quiere seguir como seleccionador: una en el Museo del Prado, otra en Cádiz y la última anoche en el Metropolitano. En el mismo espacio de tiempo, Rubiales le ha dado largas dos veces: una el lunes pasado en un encuentro con la prensa en su despacho de la Federación, y otra en el Carranza tras la goleada a Malta. Aunque Robert se empeñe en señalar al pianista al afirmar que "mal vamos si el canal de comunicación es la prensa", lo cierto es que Rubiales ha dicho lo que ha dicho, de forma pública y notoria, le guste a él o no. Ahora bien, ambos tienen argumentos para mantener su posición. Robert, porque se siente con derecho a renovar tras conseguir la clasificación. Rubiales, porque sabe que Malta e Islas Feroe no marcan el listón para renovar al seleccionador hasta el Mundial. No hay necesidad.
En mi opinión, los dos deben recapacitar. Robert, porque llegó a un cargo que para él hubiera sido un imposible de no ser por la desgracia de Luis Enrique. Renovarle como seleccionador exige algo más. Rubiales, y con él Molina, también deben recapacitar. O más bien, quitarse la camiseta. Es generalizado entre los exfutbolistas ese sentimiento de que de fútbol sólo saben ellos. Que Robert no haya jugado no le hace, a priori, peor técnico que Luis Enrique. O que Hierro.