Cinco veces Número Uno

Rafa Nadal celebró el número uno con una victoria aderezada con grandes dosis de igualdad, pasión y épica. A su estilo más puro. El balear remontó este viernes un set en contra a Stefanos Tsitsipas, hasta entonces invicto, igual que había hecho dos días antes frente a Daniil Medvedev. Nadaladas made in Manacor. La fiesta no pudo ser completa, porque, después de cumplir su parte, Alexander Zverev logró un triunfo por la noche que devolvió a Nadal a casa. A pesar de sus dos partidos ganados, este sábado no estará en las semifinales de las ATP Finals ante Roger Federer, un duelo siempre apetecible en el que Rafa, además, podría haber dado las gracias personalmente al suizo por su aportación a la causa. Federer tumbó el jueves a Novak Djokovic y, de paso, sentó en el trono mundial del año a su viejo rival español. Carambolas del Big Three. Rafa termina así la temporada como número uno por quinta ocasión, tantas veces como sus dos oponentes de época, Federer y Djokovic. Entre los tres han reinado 15 años. Sólo Andy Murray, en 2016, osó discutir su poder.

Nadal ha crecido en este Masters. Llegó sin ritmo, sin frescura, y se ha entonado golpe a golpe, con largos partidos que han puesto a punto su tenis. La rotunda derrota ante Zverev en su estreno ha sido un lastre que ha pesado demasiado, así que regresará otra vez de Londres sin el título, uno de los pocos que faltan en su palmarés, pero con el trofeo de Número Uno, que recogió después del choque ante Tsitsipas, en la maleta. Al menos, uno de los dos objetivos se ha cumplido. Y no ha sido pequeño. Rafa cierra aquí la temporada ATP, aunque aún le queda un desafío imponente antes de echar el candado: la Copa Davis de Madrid. La soltura de su juego no ha llegado a tiempo para coronarle como Maestro, pero sí para el asalto a la Ensaladera. No se vayan todavía.