Benzema, todo esto, sin hacer ruido...
Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son". Quizás sean estas palabras de Calderón de la Barca de las que más me han impactado desde que la lengua española es parte íntegra de mi vida cotidiana. Sí, tiene razón el ilustre escritor, los sueños, sueños son, pero a veces se cumplen. Incluso llegan más allá de lo imaginado. Mucho más allá. Eso le ha pasado a Karim Benzema porque, de verdad, desde que empezó a jugar al fútbol soñaba con jugar en el Real Madrid. Hasta tal punto que, en junio del 2009, rechazó al Manchester United pese a que la entidad inglesa le ofrecía un salario mucho más importante que el club blanco. En un documental realizado por RMC Sport en Francia y emitido en el pasado mes de septiembre, el presidente del Lyon, Jean-Michel Aulas, contó que el delantero le pidió con insistencia no aceptar la oferta de traspaso del equipo inglés, con Sir Alex Ferguson a la cabeza, y que era también más interesante desde un punto económico, porque sólo quería ir al Madrid.
Sin embargo, difícilmente Benzema podía pensar que su historia de amor con los merengues le ofrecería tanto, que diez años más tarde sería uno de los capitanes del club de su corazón y que estaría a un gol de alcanzar en número de goles en la Copa de Europa a una leyenda mundial como Don Alfredo Di Stéfano. Es fabuloso lo que está consiguiendo mi compatriota, realmente fabuloso. Pero lo que más me impresiona en esta hazaña es que el futbolista ha subido en el escalafón madridista sin hacer ruido, sin quejarse nunca incluso cuando le pitaban y le insultaban. Ha alcanzado lo más alto con la humildad del que cree que lo bonito se consigue trabajando y aguantando el dolor. ¡Querido Karim, bienvenido a la mitología madridista!