Pesadilla del Zaragoza en El Molinón

El Zaragoza no detiene su caída y ya está fuera de posición de playoff, un derrumbe propiciado por sus tres derrotas consecutivas y sus catastróficos números en las ocho últimas jornadas del campeonato, con sólo seis puntos de 24 posibles, y hasta 13 goles encajados, los últimos cuatro ayer en El Molinón. Forzado por las ausencias, el equipo aragonés fue a Gijón con un dibujo nuevo, con tres centrales y dos carrileros largos, en busca de la solidez y de la consistencia perdidas, pero se disparó en un pie nada más empezar, en un desajuste defensivo en un saque de banda, y se condenó a una derrota segura. Para colmo, a la media hora se quedó con diez por expulsión de Grippo, que ya no está para nada, lo mismo que Kagawa, sobre el que Víctor Fernández no deja de insistir de forma inútil. Y es que el ritmo del fútbol español , también en Segunda División, es de una exigencia que supera al japonés, que en otra tarde de ausencia fue sustituido en el descanso.

El Zaragoza había ganado en cuatro de sus últimas cinco visitas a El Molinón, pero su suerte sufrió un aparatoso punto de inflexión y regresa a casa cosido a goles y con la moral por los suelos. El equipo es ahora mismo un aspirante a nada, en el que sus mejores futbolistas van poco a poco menguando su rendimiento. Y así, Luis Suárez lleva cinco jornadas sin ver puerta y es una sombra de la fiera que comenzó la temporada, igual que todo el Zaragoza.