Mbappé nació para jugar en el Real Madrid

Tiene 20 años y muy pocos jugadores que le puedan hacer sombra cuando se termine de apagar la luz de Messi y Cristiano Ronaldo. ¿Neymar? Demasiado poco profesional. ¿Vinicius y Rodrygo? Demasiadas incógnitas por despejar. ¿Dembélé? Demasiado frágil de cabeza. ¿Asensio? Cortó su progresión y la lesión fue la puntilla. ¿Ansu Fati? Aún hay que esperar un par de años... Con 18, Mbappé ya era una estrella, había rendido en la Champions con el Mónaco y era un fijo en las alineaciones de Deschamps. Ahora ya lidera a la Francia campeona del mundo.

El Real Madrid tuvo a Mbappé en su mano en el verano de 2017. Parecía una presa fácil después de que se publicaran unas fotos del propio delantero posando, de pequeño, en su dormitorio de la casa familiar del barrio de Bondy, a las afueras de París. Las paredes estaban forradas de fotos del Real Madrid y de Cristiano celebrando goles con la camiseta blanca. Pero entonces había una barrera, el gran salario que pedía un jugador tan joven podía romper la escala salarial de la plantilla de Zidane. Y el PSG pescó en río revuelto. Hoy en día nadie pondría un reproche en las oficinas del Bernabéu a que el francés se situara, nada más llegar, en la cúspide de esa pirámide salarial.

Ahora los esfuerzos del Madrid se centran en que el jugador y su entorno mantengan la calma y no acepten la oferta de renovación que tiene sobre la mesa desde este verano. Termina contrato en 2022 y a partir de junio el PSG está obligado a prolongar su contrato o venderlo. Es el momento que espera Florentino. Pues sí. Mbappé nació para jugar en el Madrid.