Cuando en su vuelta al banquillo blanco Zidane le pidió al club la renovación de Kroos algunos se mostraron escépticos, con razón, porque era evidente que el alemán llevaba bastante tiempo jugando a medio gas y sin la ambición competitiva que le había convertido en uno de los centrocampistas más fiables de Europa. Aun así el técnico francés le tiene fe ciega y siempre que está disponible le da galones de titular indiscutible. En su centenario en Champions el germano agradeció la confianza de su jefe con una actuación fantástica que sirve, entre otras cosas, para acallar momentáneamente las críticas contra Zidane en una de sus semanas mas complicadas desde que es entrenador al máximo nivel.

En Turquía el internacional alemán ha dado el primer paso para volver a convertirse en un jugador referencia para sus compañeros por su calidad y despliegue, pero necesita seguir demostrando las mismas ganas y sacrificio en los próximos partidos para despejar las dudas de gente de dentro y fuera del club que piensa que se ha convertido en una estrella acomodada. Con el déficit de centrocampistas que tiene esta plantilla, Kroos no se puede permitir escoger partidos para demostrar su jerarquía: tiene que asumir galones y responsabilidad en todos los partidos y en todas las competiciones. No vale currar y esforzarse sólo en la competición más golosa para el vestuario...