Mucha poesía pero el fútbol exige ir al grano
Con el actual grupo de gobierno tenemos por lo menos el noble gesto de admitir errores y pedir disculpas. No ha cumplido el cocinero bilbaíno algunas cosas de su campaña y eso le queda pendiente, aunque en diciembre lanzó muchos brindis al sol que ya se sabía que no podría sacar adelante ¡Quieren cambiar los estatutos pero no los conocen por completo! Eso sí, muchas cosas han mejorado. La atalaya del anterior presidente sólo lanzaba al interlocutor rayos inquisitoriales. Pero el grupo que asesora a Aitor debería advertirle de que su discurso ensoñador a veces choca con la realidad del fútbol.
Activa el ‘buenismo’, cuando cierto entorno no le perdona ni una. No se puede quedar bien con todo el mundo en este mar de tiburones. En la Asamblea se pudo dar cuenta de que a muchos les da lo mismo esas horas y horas de reuniones, esas áreas, ese mundo 'Elizegiano' de piruletas y unicornios rosas diseñado por él en noches y noches sin dormir. Mucha gente va a tumbar caras, no ideas, en estas reuniones. El juego de trileros en el que se está sumergiendo este mundo del fútbol requiere dejarse de tanta poesía y atajar por el camino recto.