Areola complicó un partido resuelto
Bueno, pues pasó el segundo por el Bernabéu, perdió 4-2 y el Madrid se afianza como líder. Además, Hazard marcó por fin, y fue un buen gol. Así contado, y visto el marcador, tan bonito, se diría que la calma ha vuelto. Pero sólo a medias, porque al final flaqueó, tras ponerse 3-0 ante un Granada decepcionante en tres cuartas partes del partido. El primer gol llegó muy pronto: un ataque del Granada, un centro al área, Sergio despeja de cabeza en pifia, el balón le da en el hombro y Soldado se vuelve loco pidiendo penalti. Eso despista al Granada mientras el Madrid galopa hacia Rui Costa. Pase exquisito de Bale y remate de Benzema.
Ese gol dio paso a un primer tiempo soso. El Granada, mermado encima por la lesión de Montoro, jugó sin fe. Y el Madrid, bien, pero con cierta cautela. No es el equipo que cambiaba golpes, seguro de salir ganando. Ahora nada y guarda la ropa. Con todo, hizo algunas ocasiones y Hazard marcó el segundo al borde del descanso. Y Modric el tercero, ya en el segunda parte. ¿Todo resuelto? Así parecía hasta que Areola se atarugó con la pelota en los pies y eso acabó en penalti: 3-1. Y de repente, la sensación general cambia. El Granada cree, el Madrid teme, se desconcierta y cae el 3-2, en un córner de pizarra del Granada.
Así que en el último tramo del partido el Madrid lo pasó mal, entre el run-rún de una grada que empezó a ver fantasmas. Así hasta el último instante, cuando en un contraataque a partido roto Odriozola llegó hasta el fondo, cruzó un pase y James, que llevaba muy poco sobre el campo, culminó con seguridad. El Granada se quedó sin premio y quizá no lo merecía. Sólo fue el equipo que se esperaba en el tramo final del partido. El Madrid se pone más cómodo arriba y quedan de este partido los recuerdos del gran pase de Bale (lo de Benzema se da por descontado), el gol de Hazard y la primera estupenda actuación de Valverde. Pero ese susto al final...