Sainz, un proyecto solvente
El día que Mercedes le arrebató de forma inesperada a Ferrari un doblete que parecía tener asegurado (siempre se agradecen las sorpresas en las carreras), Carlos Sainz protagoniza otra actuación impecable con su McLaren. Ya el sábado, en la clasificación, dejó claras sus ambiciones para el GP de Rusia y el domingo llevó al monoplaza de Woking hasta un sexto puesto de enorme mérito. Más allá del valor intrínseco del propio resultado, lo trascendente del asunto es que el madrileño sigue exhibiendo una evolución en su madurez como piloto que invita a un optimismo justificado. No está en los grandes premios de paso, eso ya lo sabemos, pero además las expectativas son más que halagüeñas, sobre todo considerando las últimas noticias sobre su equipo.
Mientras que Sainz sigue aprendiendo, progresando, consolidándose como el piloto joven que aún es, a la escudería británica llegarán en 2021 los motores hegemónicos en la era turbo de la Fórmula 1. El acuerdo de McLaren con Mercedes llegará en el mejor momento para el español, cuando se encuentre en una situación óptima para obtener el máximo rendimiento de un binomio tan ilusionante. Porque si los alemanes saben hacer propulsores casi imbatibles, lo cierto es que los ingleses han cambiado el paso y su trabajo hoy poco tiene que ver con el desastre que supuso su etapa con Honda... y con Alonso, por desgracia. Así que, de no surgir complicaciones imprevistas, las cosas se están poniendo muy de cara para Sainz, que por su edad no padece urgencias y sí un esperanzador porvenir.