La Real Sociedad regresa cuatro meses después a Cornellà-El Prat y es imposible que los aficionados no rememoren aquel partido que metió al Espanyol en Europa 12 años después. Jugadores y técnicos agasajados, con la icónica imagen de Borja Iglesias saliendo del estadio como un torero o esa mano derecha de Rubi que apuntaba a un gris cielo primaveral manteado por su plantilla. Imágenes ya en blanco y negro, o en verdiblanco. El Betis los sedujo con el dinero para su proyecto, como otros jugadores con cartel se fueron a la Real Sociedad, perdedor aquella tarde, y ahora ilusionado con una temporada en la que han arrancado con fuerza. El Espanyol, por su lado, sigue buscando su camino después de un verano de ganancias... Pero en Europa.

Los números son al final transparentes y sustituyen a las palabras, que han perdido valor como también las fotografías en la era Instagram. Todo se puede maquillar menos la economía. En ese contexto, y en un Espanyol inmerso en un carrusel de partidos, el duelo de este domingo volverá a ser el de las oportunidades. Calleri la tendrá durante un mes y su reto será hacer olvidar a Borja. Pol Lozano la tuvo el jueves y la aprovechó, quizás el medio que mejor ha actuado en este arranque. Una buena noticia para el equipo, y para Chen, que ve en la cantera la gallina de los huevos de oro. Algo bueno si él gana y el equipo no se merma, claro.