El Real Valladolid llega al estadio de La Cerámica con la intención de recuperar las buenas sensaciones de sus tres primeras salidas. Los cuatro puntos en los tres primeros partidos eran un buen botín, más todavía teniendo en cuenta el nivel que dio el equipo entonces y los rivales a los que visitó. El empate ante Osasuna en Zorrilla, sin embargo, fue un pequeño bache en el que lo mejor fue el punto conseguido. Ahora, los de Sergio González quieren recuperarse haciendo una machada ante el Villarreal. Y es que no cabe otro calificativo cuando un contendiente tiene 108 millones de límite de gasto y el otro 32: 3,4 veces más.

Para doblar la dificultad de este reto, el Real Valladolid ya ganó la temporada pasada al Villarreal en su estadio con gol, por cierto, de un cedido por el club amarillo, Leo Suárez. Este hecho conlleva que esta temporada Ünal no pueda jugar por la cláusula del miedo. Con el turco o sin él, los de Sergio saben que las posibilidades de llevarse los tres puntos en cada campo pasan por potenciar el bloque, por estar unidos, para ser mejores que los contrarios. Individualmente pueden verse superados, como grupo ya han demostrado en el último año y medio que son, casi, invencibles.