Ya se puede valorar a Zidane

No me gusta la palabra 'juzgar' fuera de lo que es la justicia real, es decir, fuera de los tribunales. Porque hay algo bastante obsceno en esta tendencia natural del ser humano a juzgar la vida, el comportamiento, los gustos o el trabajo de los demás. Y sabemos todos que el fútbol es seguramente la profesión que más se ve juzgada por personas que, la mayoría de las veces, no tienen ni idea de lo que se cuece en la intimidad de un equipo ni de lo difícil que es el día a día de estos empleados tan especiales. Por ello, prefiero usar el verbo 'valorar' cuando me pongo a escribir la crónica de un partido o cuando lo estoy narrando en la radio. Me parece más justo y mucho más honesto.

Así que puedo afirmar que a partir de hoy sí se puede valorar el trabajo de Zidane en su segunda etapa como entrenador del Real Madrid. Antes de esta cuarta jornada de LaLiga cualquier análisis era viciado. Porque los once partidos de la temporada pasada no tenían ningún valor, porque hasta el pasado 2 de septiembre (día del cierre del mercado de fichajes en España) el técnico francés no supo con precisión con qué jugadores podía contar esta temporada y porque los que conocen el fútbol son conscientes de que ningún futbolista está realmente preparado físicamente hasta que pasa el primer parón de selecciones, que acabamos de dejar atrás.