El Mundial comienza ahora
El de China está siendo un Mundial descafeinado —por ahora— y la primera fase que ha disputado España parecía más el fin de su gira de amistosos que un torneo de verdad. La Selección genera algunas dudas: ha sufrido ante Túnez (aunque en el tercer cuarto se puso las pilas para despejarlas), Puerto Rico e Irán, pero tampoco hay que tener mucha memoria para recordar el inicio de España en otros campeonatos. Estuvimos con un pie fuera ante Gran Bretaña en el Eurobasket de 2009 o, más reciente, frente a la Alemania de Schröder y Nowitzki en la cita de 2015.
Por lo tanto, calma, porque el Mundial empieza ahora. Con la sensación de que Serbia está a años luz del resto, lo bonito es que a partir de este este viernes puede pasar cualquier cosa. No recuerdo un campeonato tan abierto y no podría la mano en el fuego por ninguna selección que no sea la dirigida por Djordjevic (aunque cualquiera pueda tener un día malo). No apostaría ni por Estados Unidos, que no asusta como otros años y ha perdido a Tatum, ni por Francia, con un juego interior temible pero que puede echar mucho en falta a Heurtel a los mandos, ni por la Grecia de Antetokounmpo, a la que una Brasil muy veterana sacó los colores, ni por Australia, ni por Italia, ni por Argentina, ni por Lituania... Por nadie.
A priori, y si se cumple la lógica, Italia y España se jugarán este viernes una plaza para cuartos. Marc Gasol tiene que ser ahí determinante ante un equipo de tiradores que, esperemos, no vean el aro como una piscina ante la Selección, como ya les pasó en el Eurobasket de 2015. Aquel día, Belinelli (27 puntos y 7 triples) acribilló a una España que se acabó colgando el oro pero, ojo, que si esto se repitiera, Serbia sería juez de nuestras aspiraciones. Y lo dicho, parece estar años luz del resto.