Keylor seguirá brillando en la Ciudad de la Luz
Cinco años después de aquel "Pura vida… y Hala Madrid" en el Bernabéu, Keylor Navas seguirá tapando en París. Tapando de todo, porque tras llegar al Madrid fue un muro contra goles imposibles y hasta de las críticas infundadas, en su mayoría. Aquel día tras vestirse por primera vez con la camiseta del Real Madrid y besar su escudo, titulé en estas líneas que me ha brindado el Diario AS, hace también cinco años, que "Costa Rica se siente campeona del mundo" con el fichaje de su héroe nacional. Veníamos con efervescencia pura de Brasil 2014 donde el planeta supo de los ticos, y llega Keylor a poner la guinda.
Un costarricense, un centroamericano común, jamás pensó en llegar al Real Madrid. Era ilógico creer que se podía estar en el club más histórico, popular y mediático del universo. Pero había uno que lo soñó en serio y lo persiguió hasta alcanzarlo. Las casualidades no existen. Y Keylor dio un mensaje diferente a una región, de este lado americano, que sí se puede. Cada triunfo suyo, fue nuestro. Cinco millones de costarricenses, aunque algunos fueran del Barça, disfrutaron de un madridista. ¡Gracias por todo, mae!
Keylor acoge los valores totales del madridismo y de un costarricense. Nuestro himno nacional concluye diciendo "Viva siempre el trabajo y la paz". Y así lo predicó en Valdebebas y en el vestuario. Amigo y ejemplo para la plantilla, icono para la grada. La despedida la tuvo contra el Betis, y el tiempo de más, solo quedó para aplacar la negación a su partida. Por aquello, el destino lo llevará nuevamente al Bernabéu en noviembre, ahora de rival. ¡Será complicado verle así!
Se despide de Chamartín siendo un portero top, con 162 partidos oficiales de blanco, con 3 Champions consecutivas ganadas, 1 Liga, 4 Mundiales de Clubes, 3 Supercopas de Europa y una Supercopa de España. Pero más que eso, siendo una leyenda, un ídolo no solo del madridismo, sino mundial. Será un eterno referente. Lo que Keylor mostró al planeta, en su historia y paso por el Madrid no alcanza en una película. Keylor seguirá brillando en la memoria del madridismo, y ahora en la Ciudad de la Luz. ¡Pura vida… y Hala Madrid, desde París!