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Dupont, esto es inadmisible

Se llama Grégory Dupont. Un apellido que nos recuerda a una marca de mecheros, aunque también a un investigador con gabardina en un episodio de La Pantera Rosa. Pero la broma deja de serlo cuando valoramos que el tal Dupont llegó este verano al Real Madrid con la etiqueta de ‘galáctico’ de la preparación física. En España todavía tenemos esa pulsión cargada de prejuicios al creer que siempre lo mejor está lejos de nuestras fronteras. Los mejores coches, los mejores relojes, los mejores trenes… Y los mejores preparadores físicos. Pues no. En España tenemos los mejores hoteles que yo haya conocido, los trenes del AVE son los más veloces y seguros que hay en el planeta, nuestra gastronomía es insuperable y, también, tenemos expertos en la preparación física que no tienen que envidiar nada a nadie. A Dupont lo recomendó Zidane y está en su derecho. Llegó con la vitola de campeón del Mundo con Francia en Rusia (2018). Allí vimos una Francia poderosa, física y futbolísticamente, y ganaron el título.

Pero el Madrid es otra cosa. El tal Dupont debería saber que el Madrid es casi un bien de Estado y que es tan importante o más que su selección en un Mundial. Además, cuando trabajas con un equipo nacional recibes a los jugadores cada tres meses y haces más recuperación que otra cosa. En un club de las exigencias infinitas del Madrid el trabajo es día a día, sin tregua, en la búsqueda de esa perfección física que acompañe el talento innato que ya llevan los jugadores en su mochila. Por eso, la lesión de Isco, la séptima muscular sufrida por los blancos en lo que va de verano, obliga a exigirle responsabilidades a Dupont. O su método científico es el del profesor Bacterio (el de los cómics de Mortadelo y Filemón) o no ha tenido la información necesaria de sus jugadores para saber individualizar los trabajos de cada uno para evitar que se rompan un día sí y otro también. Si en una orquesta desafina el violinista, da igual lo bien que suene el clarinete, por ejemplo. Una pieza mal engrasada deja un Ferrari en boxes por mucho trabajo que lleve el coche en el resto de elementos. Dupont, míratelo. Frena esta sangría de una vez. La fama se demuestra con hechos, no con el currículo gestado a varios miles de kilómetros del Bernabéu…