Una vez asumidas la baja de Richard Carapaz, a causa de una caída y de su propia indisciplina, y la decepcionante alineación del Ineos, ligeramente maquillada por la incorporación a última hora de David de la Cruz, la Vuelta a España 2019 ya está lista para arrancar hoy en las Salinas de Torrevieja, una de esas originales salidas que llevan la firma de Javier Guillén. Al frente de la participación emergen dos grandes líderes: uno por galones y otro en los pronósticos. La jefatura del pelotón la ejerce Alejandro Valverde con su reluciente maillot arcoíris, la veteranía de sus 39 años y el respeto ganado pedalada a pedalada. Mientras que las apuestas señalan a un ciclista con diez años menos: Primoz Roglic, el gran favorito, a la cabeza del Jumbo, el equipo más potente de esta 74 edición.

El Jumbo lleva dos temporadas siendo un gran animador de las grandes rondas, pero todavía no ha ganado ninguna. Este año se ha subido a los podios del Giro, con Roglic (3º), y del Tour, con Kruijswijk (3º). Aun le falta la pieza mayor, la guinda de una victoria que pretende asaltar en esta Vuelta. Para ello ha rodeado a sus dos capitanes de los mejores hombres (Martin, Bennett, Gesink...). Un equipazo. Entre sus rivales más peligrosos sobresale una pléyade de colombianos: unos más veteranos (Urán, Quintana...), otros en su punto de cocción (López, Chaves...) y otros todavía por cuajar (Martínez, Higuita...). Al comando de todos ellos se erige Valverde, el líder de la afición, el más aplaudido en las carreteras. Una esperanza española de casi 40 años. El dorsal 1 de la Vuelta.