¿Habrán perdonado ya a Reguilón los enfadados?

Definitivamente, el fútbol no puede parar tres meses. Principalmente porque el pueblo se aburre y cualquiera lo aguanta. Uno de los ejemplos más claros fue que tras el fichaje de Reguilón, al jugador no se le ocurrió otra cosa que actualizar su perfil de Twitter con la frase “jugador del Real Madrid cedido en el Sevilla”. Ni más ni menos que lo que es, pero algo que al aficionado para el que no existe otra cosa más que su equipo, con tiempo libre y una conexión a internet, indigna. Y claro que para el aficionado puede no existir otra cosa más que los suyos, pero no puede exigir que eso ocurra con profesionales que se ganan el pan con esto. Y mucho menos, si son del nivel de Reguilón.

Porque el jugador del Real Madrid cedido en el Sevilla demostró con creces por qué su propietario no quiso incluir opción de compra alguna en la operación. Voló por la banda izquierda minimizando la ventaja que podía tener el Espanyol por haber jugado ya cuatro partidos de verdad, cosa que aún no había hecho el Sevilla. Quizás ahí estuvo el problema de un Espanyol más rodado, que pareció esperar a que el depósito de gasolina del Sevilla encendiera su luz de reserva. Quizás no contaron con una capacidad de sufrimiento inusitada en los Sevillas de temporadas anteriores. Pero lo importante es que perdonen a Reguilón. El chaval se lo merece. Y que no vuelva a haber tres meses sin fútbol.