Se esperaba con interés el cierre de mercado de la Premier por si saltaba la liebre de Bale o por si el United fichaba a alguien que permitiera suponer una próxima salida de Pogba (el cierre de ayer era de compras, no de ventas) pero quiá. El intríngulis se alargó un ratito, porque se dilató el cierre, fijado a las 18:00, para cerrar cinco operaciones pendientes, pero resultaron ser intrascendentes para lo que nos ocupa. Otra puerta que se le cierra a Bale, después de la de China. Aún podría picar alguien en Italia o quizá el Bayern, que lo querría cedido si acaso. Triste panorama para un jugador que vino a bombo y platillo.

En cuanto a Pogba, y aún dado que aunque la Premier ya no puede comprar, pero sí vender, ayer no se produjo por parte del United ningún fichaje que permita suponer que piensa soltar a Pogba. Durante estas semanas han sonado a esos efectos los nombres de Bruno Fernandes, Milinkovic-Savic o Eriksen. Si el United finalmente no ha fichado a ninguno de ellos es, se entiende, porque no ve a Pogba fuera del club. El muchacho quiere venir, Zidane le quiere, pero Florentino se hace el remolón. Antes volvería los ojos hacia Eriksen, jugador más de su gusto, como previsible sucesor de Modric, que ya anda por los 34.

El Barça tiene sus dos incógnitas sin despejar también: si se va Rakitic y si viene Neymar. Éste podría estar rifándose entre el Madrid y el Barça, pero cuesta sacarle del PSG. En cuanto a Rakitic, tras su subcampeonato mundial del año pasado pidió aumento. Bartomeu se lo garantizó para este verano, pero ahora se encuentra con que tiene 31 años, sólo dos más de contrato y que en el club hay muchos centrocampistas, así que sería ideal venderlo. Valverde lo quiere, porque juega siempre bien, no da un ruido y apenas se lesiona, pero el club ya hace tiempo que lo ve convertido en dinero. Ya sabemos que a la Premier no irá, pero el Barça aún sueña con una buena oferta de Italia.