Víctor vuelve coronado de experiencia
Acaso es con Antonio Ramallets el mejor portero de la historia del Barça. Coincidió en el tiempo con un as imbatible, Iker Casillas. Como éste, hizo del oficio de parar una manera de ser, una actitud. Situaban ambos sus barreras como si ordenaran la vida, a veces la propia vida. Afrontaron conflictos, en la familia y fuera de ella, y nunca pudo decirse que esos vaivenes que toda persona afronta tuvieran que ver con su actitud bajo los palos.
Por decirlo con palabras que corresponden a la naturaleza de su trabajo, ni Iker ni Víctor hicieron de los hechos de la vida dramas públicos, pero a ambos la vida les señaló penaltis de muy difícil blocaje. Pero ni sus equipos ni la Selección, en la que tuvieron desiguales carreras, sintieron que esos humores, o malos humores, afectaran al rendimiento de ambos.
Ahora resulta que los dos grandes porteros de la historia del fútbol español van a coincidir, uno mayor, otro más joven, en los banquillos, uno en el Oporto y otro en el Barça joven. Que Víctor Valdés regrese al Barça es una noticia reconfortante, porque no se fue de allí con alegría, pues no fue alegre para él el tiempo de su despedida. Que Iker Casillas sea ahora su colega en otro banquillo es un guiño del destino. Y es una alegría que los dos amigos, historia y leyenda, se acerquen al terreno de juego donde tanto tienen que enseñar.