Bernal y Thomas, con todo de cara
Nadie se hubiera atrevido a pronosticar que en una etapa llana se producirían muchas más diferencias entre los favoritos, que en una de montaña. Este tipo de etapas son las que crean afición. El espectador se entretiene y se divierte. Los ciclistas no tanto. El Ineos se puso a jugar con el viento y sus rivales lo pagaron. Cortes, caídas y enganchones son muy típicos en los abanicos. Mikel Landa los sufrió en primera persona. La caída no fue culpa suya, pero llegó a la línea de meta a 2:09 de sus rivales más directos. Deberá reponerse anímicamente, porque el golpe moral es muy duro.
Junto al corredor español hubo más perjudicados. Thibaut Pinot, Richie Porte y Jakob Fuglsang llegaron cortados a 1:40. La clasificación general se abre mucho más. Corredores que han perdido tiempo pasarán al ataque en la montaña. Enric Mas superó el día con nota. En la montaña estará prácticamente solo, pero en el llano está muy bien acompañado. Su equipo protegía a Elia Viviani para la disputa de la etapa y él se aprovechó de la situación. No perdió tiempo. A Geraint Thomas y Egan Bernal les sale todo de cara en este Tour. Sus compañeros fueron los artífices de los abanicos. Se les ve fuertes y compenetrados, a la espera de la montaña.