A Vinicius le toca encontrar de nuevo su sitio
Paciencia. Vinicius aún es muy joven, con muchos años por delante para crecer, comprobar lo alto que puede llegar su fútbol y convertirse en referente, pero en este curso que llega afronta una temporada muy importante para asentarse en la superélite. En su primer año en el Madrid, sorprendió. Empezó jugando en el Castilla dejando algunas dudas, pero en cuanto en el primer equipo se le dio la oportunidad comenzó a manifestar muchas cualidades, cualidades que cada vez se ven menos en los atacantes. Un futbolista vertical y descarado, rápido, explosivo y potente, al que no le quema el balón pese a su juventud… pero también tiene una gran asignatura pendiente: la toma de decisión en el último tramo del campo. Tanto a la hora de definir como a la de asistir le falta bajar revoluciones y pensar. Confío en que con tiempo en el máximo nivel y el entrenamiento específico gane en eficacia porque, si lo consigue, estaríamos hablando de un futbolista muy importante a nivel mundial.
La llegada de Hazard. El belga le cierra el camino, ya que este también suele partir desde la izquierda con esas diagonales en busca del gol, del desborde y de la asistencia. Si Zidane mantiene el 1-4-3-3, sus opciones pasan por pelear por el puesto que queda en la derecha, ya que Hazard y Benzema son titularísimos. Los Asensio, Lucas, Brahim, Rodrygo y el propio Vinicius entrarían en la puja. Si el técnico decide cambiar de forma habitual la estructura hacia un 1-4-2-3-1 para poner a Hazard detrás del punta, se le abre de nuevo la opción de jugar en su puesto favorito, donde competiría con Rodrygo, que también puede actuar como segundo punta, con Isco, Asensio o con cualquiera que pueda aparecer, ya que Zidane ha utilizado a muchos futbolistas diferentes en las bandas. Y aún hay que esperar a ver lo que pasa con Bale.