Navas de San Juan: el culto al aceite de oliva y la infatigable peña ‘El Alirón’

Los naveros. Es el gentilicio de los nacidos en Navas de San Juan, un pueblo de Jaén con 4.555 habitantes, el de mayor número en la comarca de El Condado. Aquí viven bien gracias a la producción de aceite de máxima calidad, con 8.505 hectáreas de olivos. Lo tienen de numerosas modalidades y es de los más prestigiosos de España. Las sierras que flanquean los ríos Guadalimar, Guadalén y Guarrizas son mares de olivos, que dan trabajo a gran parte del pueblo. También viven muchos naveros de las ferias. Hay más de cien negocios como churrerías, hamburgueserías y pollos asados, que acuden a las ferias de los pueblos de Castilla-La Mancha, Andalucía, Extremadura y Comunidad Valenciana. En Navas brilla la romería de la Virgen de la Estrella (del 1 al 3 de mayo), que concentra junto a la ermita a más de 60.000 peregrinos que disfrutan en el Llano de la Estrada en los ‘hatos’ (lugar donde se reúnen familiares y amigos para comer). Desde 1984 la romería está declarada de Interés Turístico Nacional. Son típicos ‘Los Mayos’, jota dedicada a la patrona que tiene un baile propio heredado de abuelas a nietas, con su traje tradicional (falda con delantal, camisa blanca y pañuelo en la cabeza, emulando a la mujer aceitunera).

Gastronomía. El maravilloso aceite de oliva lo utilizan en casi todos sus preparados. Además, han heredado parte de la gastronomía manchega (pisto, atascaburras y gachas), pero tienen platos propios de la tierra que están para chuparse los dedos: patatas a lo pobre y al ajillo, migas, gazpacho, ochios, salmorejo, flamenquines, ajoharina, lechepájaro, calandrajos, pipirrana y perdiz escabechada. Y si les gusta el postre pidan pericones, gallinas en leche y gachas dulces. Ummmmm...

La Peña. Nació el 1 de abril de 1990, con Francisco Javier Maza como ideólogo del nombre que aún perdura: Peña ‘El Alirón’. Hacía justicia a ese Madrid de la Quinta del Buitre que cantó cinco alirones ligueros seguidos en aquellos años (1986 a 1990). A su lado ya estaba el gran Antonio Peláez, presidente actual y un tipo que es todo corazón. Y no me olvido de Luis Ortiz, un vicepresidente infatigable que se desvive por la peña. Y también presumo de mi amigo Manolo Roncero, la sonrisa de la peña, cuya coincidencia de apellidos hace que siempre me llame “primo Tomás”. Las celebraciones de aniversario en el restaurante La Alacena duran un día entero (la del sábado pasado acabó festejando el triunfo del Liverpool en el Wanda). Y me piden que recuerde que mañana el Club Deportivo Navas puede ganar por primera vez su Tercera Copa Subdelegada seguida. Vamos, como las tres Champions consecutivas del Madrid... Histórico.