Carlos Raúl Martínez

Tremendo disgusto generalizado

Conozco a Borja desde hace muchos años, soy de los que está deseando que esta tremenda pesadilla acabe de la mejor manera posible, sabiendo que mucho daño ya está hecho. El disgusto generalizado ha sido tremendo. Por el hecho en si, por el momento y, sobre todo, por el personaje. No veo a Borja en este tipo de charcos, no es su estilo y no lo necesita. Veo más la típica situación de estar en el sitio o en una conversación equivocada en un momento determinado. Conjeturas. Pero también entiendo que para hacer algo así, sabiendo la repercusión que va a tener, nuestra policía, por desgracia muy acostumbrada a largos seguimientos en este tipo de episodios aunque en otros ámbitos, tiene que basarse en pruebas muy concretas y de muchísimo peso. Hay que esperar y respetar, y, sobre todo, no agredir.

Borja se fue tranquilo de Huesca, después de haber contestado a todas las preguntas del juez. Bravo y Aranda se aferraron a su derecho a no declarar. Es un dato. De cualquier forma me siento obligado a huir de todo sensacionalismo. Independientemente de lo que ocurra al final del proceso hay un pedazo de persona en medio. Lo de algunas televisiones nacionales ha sido repugnante, es lo que hay, y así nos va en una profesión que por momentos pierde su esencia, y los papeles.