Uruguay nunca ha ganado un Mundial Sub-20, y desde que aquella selección con Suárez y Cavani se estrelló en 2007 en Canadá sólo llevaron una selección tan competitiva en 2013. Pero algo tiene esta celeste que engancha, que ilusiona. Le ganó sin grandes problemas a Noruega con un buen juego, Ginella abarcando mucho campo y los desbordes de Brian Rodríguez, uno de esos talentos de Peñarol que salen de tanto en tanto. El golazo de Darwin Núñez abrió un partido que Uruguay dominó, y sólo necesita más de Sebastián Rodríguez para completar un magnífico ataque.

Argentina arrolló a Sudáfrica en un partido marcado por el VAR y por la excelencia de Esequiel Barco, el crío que brilló en Independiente y se fue a la MLS cuando había abierto de par en par las puertas de Europa. No sólo por su golazo, también por su sentido táctico. Barco eclipsó a los afamados Cristian Ferreira y Julián Alvarez. Arrancaron bien Argentina y Uruguay. Sería magnífico que los caprichos del fútbol nos regalen un partido entre ellos como aquella final de Malasia en 1997. El día en que Pekerman dejó fuera a Aimar pero aun así logró el título. El sexto de Argentina por ninguno de Uruguay.