Poner tarjeta

Se empieza a extender en las narraciones la expresión "poner tarjeta".

Se trata de una locución nueva, que venía teniendo uso en el periodismo hispanoamericano. Así, en el diario peruano Trome se leía el 21 de junio de 2018, en una crónica del partido Perú-Francia: "Al final, el juez decidió poner tarjeta amarilla a Paolo Guerrero, pero a Umtiti no le puso nada pese a que fue él quien le jaló" (agarró).

Y el chileno Futuro publicaba hace unos días: "El referí [árbitro], Mike Dean, consideró la actitud del jugador signo de una provocación y le puso tarjeta amarilla".

Por su parte La prensa gráfica, de El Salvador, titulaba en el pasado Mundial: "Cristiano Ronaldo da un codazo, el árbitro recurre al VAR y le pone amarilla".

También se pueden hallar ejemplos de periódicos españoles, y de vez en cuando los escuchamos en la radio.

¿Es incorrecto? Desde luego que no. Simplemente, se puede cuestionar desde el punto de vista del estilo.

El español dispone de verbos baratos y verbos caros. Son baratos los que abundan, esos verbos comodín que los buenos escritores saben sustituir por otros más ricos y precisos.

Un verbo barato es "hacer". Alguna gente dice "hacer una infracción" (cometer), "hacer vacaciones" (tomar), "en ese cine hacen una buena película" (la proyectan, la ofrecen, la programan), "ha hecho podio" (ha subido a él), "hizo un artículo" (lo redactó)…

Y otro, "poner". Porque ponemos la radio (la prendemos, la conectamos), ponemos un cuadro (lo colocamos, lo colgamos), nos ponemos en un punto (nos situamos), ponemos un mensaje (lo escribimos o lo enviamos)… O en un cartel pone el nombre del pueblo (se indica).

Hasta hace poco, los periodistas contaban que el árbitro sancionaba con tarjeta, la mostraba o la sacaba (del bolsillo)… Pero ahora se abarata el lenguaje para usar un verbo de los que requieren menos esfuerzo y arruinan nuestra riqueza léxica.

Por otro lado, ¿dónde se "pone" la tarjeta? Cuando se muestra o se saca, apreciamos ahí sendas acciones próximas al hecho que presenciamos. Pero este verbo "poner" se refiere a una acción más remota: poner la tarjeta en el acta, tal vez. O sea, lo que viene siendo "reflejar" o "consignar".

La expresión "poner tarjeta" ha llegado también a los juegos chistosos de palabras. Un novio le dice a su pareja:

-Te voy a poner tarjeta amarilla.

-¿Por qué? –le responde ella.

Y él aclara:

-Porque me haces falta.

Pues sí, también es un chiste barato.