Selección con Cazorla y sin Luis Enrique

La Selección vuelve a reclamar foco. Jugará el 7 de junio en Islas Feroe y el 10 en el Bernabéu contra Suecia, partidos ambos de clasificación para la Eurocopa. Conviene recordar estas cosas, porque la Selección es un Guadiana que aparece y se va y el ruido y la furia del fútbol de clubes y las polémicas hacen que la perdamos a veces de vista. Ayer supimos los convocados, y entre ellos está la feliz sorpresa del regreso de Cazorla, uno de los reclutas de Luis en la ya lejana y estupenda Eurocopa de Austria-Suiza, donde empezó todo. Dos años llegó a estar sin jugar, por grave lesión. Ha hecho una buena temporada en el Villarreal, premiada con esta llamada.

Junto a él, es novedad Oyarzabal, estupendo delantero joven de la Real. Lo demás son caras ya vistas con Luis Enrique, al que no vimos la suya ayer ni por lo que se dijo se la vamos a ver en estos partidos. La emergencia que le hizo salir precipitadamente de Malta se cronifica. Tiene todo el derecho al respeto y la discreción por lo que le pasó y le sigue pasando, y lo está teniendo, pero va llegando la hora de preguntarse si España puede estar sin seleccionador tanto tiempo. La Federación se ha cerrado como una concha solidaria en torno a su desgracia, pero en algún momento tendrá que plantearse hasta cuándo puede durar esto.

El grupo lo empezamos muy bien, ganando aquí a Noruega y a Malta a domicilio. Ahora estos dos partidos llegan descolgados, tras acabar LaLiga y con la final Barça-Valencia por jugar. Pero no se partirá la concentración como se ha hecho otras veces. Se juntarán todos el día 3 de junio. Eso, más el estado desconcertantemente depresivo de madridistas y atléticos, y hasta barcelonistas, salvo que les anime la Copa, crea una atmósfera irreal ante estos partidos, que le toca pilotar a Robert Moreno, brazo derecho de Luis Enrique, un estudioso sin apenas experiencia de campo. No es un panorama digamos normal.