Vinicius Junior no estará en la Copa América por culpa de Zidane. Es así de sencillo. Vinicius fue uno de los mejores jugadores de la temporada del Real Madrid. Una de las pocas buenas noticias que salieron del año nefasto del club blanco. Un jugador que llegó al Real Madrid con 18 años y se puso a jugar con la imponente camiseta blanca como si estuviera en el jardín de su casa. Con la misma confianza y carácter de un veterano y, a la vez, con la misma soltura y frescor de un niño que disfruta con el balón en el patio de su colegio.

Esta osadía, atrevimiento, talento y verticalidad enamoraron a la grada del Bernabéu y al entrenador de la selección brasileña, Tite, que asumió que "no esperaba una adaptación tan rápida y una progresión tan grande" de Vinicius al fútbol europeo. Y le convocó para sustituir a un lesionado Neymar en los últimos amistosos de Brasil antes de dar la lista de la Copa América.

La mala suerte de Vini fue la lesión que sufrió ante el Ajax. Que no sólo le quitó la oportunidad de debutar con la selección sino que se la dio a David Neres, estrella del Ajax y semifinalista de la Champions, que se ganó el puesto y la confianza de Tite con buenas actuaciones con la verde e amarela en Oporto y Praga y con un excelente segundo semestre con el equipo holandés en la competición más importante del fútbol europeo.

Con Neres confirmado como el primer suplente de Neymar, la duda de Tite estaba entre Everton, extremo del Grêmio de Porto Alegre, y Vinicius. Y el seleccionador afirmó que el madridista tenía que volver de su lesión y jugar muy bien para merecer estar en la lista. Y Vinicius lleva desde la tercera semana de abril sin dolor, entrenándose con las ganas e ilusión de poder realizar su sueño de vestir la camiseta de la selección por primera vez en un torneo oficial dentro de su país.

El Real Madrid disputó cinco partidos desde que Vinicius se sintiera totalmente recuperado. Pero Zidane no le convocó para el partido contra el Athletic. Ni contra el Getafe. Tampoco contra el Rayo. Y sólo le dio 15 minutos ante el Villarreal y ante la Real Sociedad. Media hora. Media hora fue todo lo que Vinicius Junior tuvo para enseñar a Tite que estaba preparado para disputar la Copa América. Poco. Muy poco. 

Tite le había pedido que volviera y que jugara bien. Pero para jugar bien, uno antes tiene que jugar. Y a Vini no le dieron ni la oportunidad. Sólo Zidane sabe el porqué. A Vinicius nadie le dijo nada. Ni una palabra. Ni una demostración de empatía o explicación de por qué no le han dado siquiera la oportunidad de pelear por su sueño de jugar con Brasil. Me parece un gesto muy feo con un jugador que lo dio todo por el club desde que llegó.