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No hay sitio con Zidane para los jóvenes del verano del 17

El Madrid se estrelló contra el Rayo, que llegó al partido como último clasificado, pero jugó con alegría y empaque. No le afectó la baja de Raúl de Tomás, goleador del equipo y delantero que vuelve a despertar las expectativas que produjo en su etapa juvenil. No hubo respuesta en el Madrid a un partido sin filtros. El Rayo pasaba de la defensa al ataque en un instante, sin el menor tabique en el medio campo madridista. No fue el único defecto. La defensa no se estabilizó y el ataque dejó una lamentable tarjeta de visita. Nadie salió indemne del partido. Tampoco Zidane, que se atribuyó la responsabilidad del desastre.

Zidane se puede permitir responsabilidades que otros no podían aguantar, pero este final de temporada empieza a molestarle. Por mucho que la temporada esté más que cerrada para el Real Madrid, las derrotas erosionan. Su reacción resultó atípica por extemporánea. Rara vez se sale de su perfil un técnico que conoce a la perfección las sensibilidades de la hinchada madridista. Acentuó el rasgo en la autoinculpación porque sabe que es el único que tiene garantizado el plácet de los aficionados, al menos hasta el final de la temporada.

La autocrítica de Zidane se refirió especialmente a la alineación. Desde su regreso ha practicado una política cristalina. Por una parte, ha señalado a los que le gustan y no gustaban tanto a sus predecesores. Uno de ellos es Marcelo; el otro, Isco. Se puede incluir a Keylor Navas en esta lista. Varane, Modric, Benzema y Casemiro son indiscutibles. Kroos, no tanto. Bale conviene que juegue por otros motivos. Tiene mercado, aunque bastante más limitado que el pasado año después de la final de Kiev.

Aunque no les nombró, Zidane dio la impresión de fastidio con los jóvenes. En Vallecas alineó a Vallejo, Marcos Llorente, Ceballos y Mariano. Los tres primeros llegaron al equipo el pasado año, junto a Theo y Mayoral, en la arriesgada operación de recambio a la famosa segunda unidad que había funcionado de maravilla en el doblete del Madrid 2016-17. Mariano volvió después de su periplo en el Olympique de Lyon, donde hizo bueno números, nunca suficientes para compararlos con los de Cristiano Ronaldo, el delantero más prolífico en la historia del Real Madrid.

Zidane ganó la tercera Copa de Europa con una decisión tajante. Despejó de jóvenes el equipo y se entregó a los veteranos. Después de la eliminación ante el Leganés en la Copa, prescindió casi totalmente de los jóvenes. Vallejo, Theo, Ceballos, Mayoral y Llorente recibieron tan pocas oportunidades que se interpretó como una muestra de la escasa confianza que Zidane tenía en ellos.

Sus palabras después de la derrota en Vallecas inciden sobre la misma sospecha. Todo indica que tienen mal destino en el Madrid de la próxima temporada. A ellos se añade Reguilón, el jugador que desplazó a Marcelo de la titularidad con Solari y ahora no siempre tiene sitio en las convocatorias.

Dos temporadas en el Madrid no han mejorado la situación de los jóvenes suplentes. Al contrario, casi todos suenan a transferibles. Hace dos años se les fichó como garantía de regeneración del equipo, en medio de la controversia que significó la venta o la cesión de gente como Morata, James, Danilo y Pepe. Por las razones que sean, la nueva generación no ha cumplido, ni de lejos, con las expectativas. Su problema se agrava con Zidane. En algún momento les perdió la fe.