Un partido de Champions sin himno

Ensayo de Champions League sin música y ante el campeón y dueño de la competición. El Getafe está a cuatro partidos de concluir un sueño. A tres semanas de cerrar una temporada histórica que ha sacado los nervios del más pintado. Capaz de sobrevivir a un Madrid dominador para acabar empujándolo hacia su área. De empezar con timidez a no firmar tablas y acumular azules en campo contrario. 

La tropa de Bordalás dio otra lección de dignidad y ambición. En un momento, coincidieron en el césped cuatro delanteros centros. En la grada del Coliseum se huele Europa y se recuerda al Bayern como si fuese posible tener sed de venganza ante uno de los más grandes del continente. Soria, Arambarri, Jorge Molina y compañía lo han hecho posible. El Real Madrid fue el aperitivo perfecto. Quizá dentro de un año este partido empiece con un himno maravilloso.