La Juve, con Cristiano y sin Champions
La Juve ganó este fin de semana su octavo título consecutivo, el número 33 de su historia, y sin embargo, como nos contó Calemme, aquello se vivió sin euforia. La eliminación ante el Ajax estaba demasiado reciente. Después de tantas ligas, parece que eso no satisface. Probablemente sea mayor el fastidio que su reiteración en el éxito produce en sus rivales (Milán, Inter, Nápoles, Roma) que la alegría propia. Algo así ha vivido el Barça en las tres últimas ligas, enfriadas porque en esos mismos años el Madrid ganó la Champions. Y esas tres victorias, a su vez, minimizan el efecto de tantas ligas no alcanzadas por el club en esta época.
Pero es que para la Juventus el asunto es más grave que para nadie. En su caso hay una desproporción tremenda entre sus títulos de Liga y sus victorias en Europa. Tomando como referente de inicio la temporada 55-56, en la que se jugó la primera Copa de Europa, resulta que ha ganado 26 veces el campeonato italiano y sólo dos la Copa de Europa. Suena a muy poco. La comparación con otros grandes equipos europeos deja muy en evidencia una extraña desproporción entre lo que la Juve ha venido ganando en Italia y en Europa. Vean: Juve, 26-2, Bayern, 27-5, Real Madrid, 29-13, Barça, 19-5, Manchester United, 17-3...
De esto se habla mucho en Italia, y sin necesidad de acudir a los grandes de Europa. La desproporción ante sus rivales locales es especialmente llamativa con el Milán y su 13-7, y también pierde en comparación con el Inter y su 11-3. La Juve sufre con eso, porque sus críticos en Italia no tienen ninguna duda de que la explicación está en su poderosa influencia en Italia. Es el equipo de la FIAT, la gran empresa del país, y sus rivales sospechan de que saca ventajas sucias de ello. De hecho, le han quitado un par de ligas por maniobras comprobadas. La Juve necesita Europa, para eso fichó a Cristiano, pero de momento lo que tiene es otra liga más.