La situación de Bale se veía venir
Bale soltó una fresca sobre el césped del Estadio Olímpico de Kiev nada más ganar el Madrid la Decimotercera: "Hablaré este verano con mi agente, necesito jugar más. No estoy contento con los minutos que he jugado este año. Ha sido una decepción no ser titular en la final". El galés le pasaba factura a Zidane por haberle dejado en el banquillo no solo en la final ante el Liverpool, sino también en París ante el PSG, en Turín ante la Juventus y en Múnich ante el Bayern. Su espectacular gol de chilena ante los reds le envalentonó contra su entrenador, que hace tiempo que dejó de creer en él.
El Madrid desperdició en el verano de 2017 una ocasión única para evitar este problema. El United ponía mucha tela por Bale, por petición expresa de Mourinho. Mbappé estaba por la labor de venirse al Madrid para pacer al lado de sus ídolos Zidane y Cristiano. Pero Florentino prefirió no vender a Gareth, que sigue entre nosotros. Zizou perdona, pero no olvida. No le quiere para su futuro proyecto. Ni la afición, que le pita. El Madrid deja todas sus líneas telefónicas abiertas, pero las ofertas por Bale no llegan. Encima, él dice ahora que no se va... Y el Madrid necesita hacer caja para fichar. Un bucle.