Aunque a los madridistas ya nos va muy poco en esta Champions tan frustrante desde la noche de autos con el Ajax, hay que reconocer que todos los vikingos estamos mirando de reojo lo que pase de aquí a la final del día 1 de junio en el Wanda. Sobre todo, imaginando qué debe suceder para evitar que el Barça gane la Orejona. No seamos hipócritas. Si el Barça consigue la Champions, aumentará la sensación de fracaso en el Bernabéu y, por el contrario, si algún equipo evita que Messi y compañía se coronen en Madrid será un respiro para la afición blanca dentro de una temporada tan decepcionante y plagada de malas noticias. 

La gran esperanza blanca se llama en estos momentos Liverpool. Los reds eliminaron con solvencia al Oporto de nuestros recordados Casillas y Pepe (sin olvidar a Militao, que metió un gran gol de cabeza). Y lo hicieron mostrando un potencial en ataque que puede poner en apuros al equipo de Valverde. El famoso tridente de Klopp (Sané, Salah y Firmino) vio puerta, a los que se añadió Van Dijk, un central impresionante que ya está en el top de los mejores del mundo en su puesto. Además, el Liverpool jugará ante el Barça con el factor campo a favor en la eliminatoria de semifinales. La vuelta será en el mítico Anfield. Los madridistas ese día estaremos atentos a la pantalla. Seremos muy, pero que muy del Liverpool. Caretas fuera…