Se trata de ganar y dormir

El Barça compró un pasaporte poderoso. El Manchester se quedó a cero. El gol azulgrana lo marcó Fuenteovejuna. Pudo haber sido cualquiera, pero fue el objetivo. Como los equipos modestos, el de Ernesto Valverde prefirió defender con prudencia lo que hubiera sido una lucha por el empate. El Manchester creó, sobre todo en la segunda parte, las condiciones necesarias para una igualada, pero esta vez el Barça situó bien los palos de atrás.

No fue una cuestión de autoridad, sino de listeza. Si hubiera arriesgado quizá hubiera recibido otro rédito, pero se trataba de ganar y dormir el partido. Lo intentó con tanto ahínco que en algún momento más que un partido de fútbol pareció una pesadilla.Tuvo toda la suerte disponible el Barcelona. Incluso hubo una falta diseñada para Messi. Coutinho se convirtió, otra vez, en un superviviente de calidad. Pero la historia estaba diseñada para el 0-1.