Nuevo Bernabéu: el poder de atracción del Real Madrid
Lo que debía ser un acto privado del Real Madrid, presentar la reforma del Bernabéu en sociedad después de que el día 27 de marzo se le concediera la licencia definitiva para la obra, se convirtió en un acto público al que no quisieron faltar los políticos de turno. Carmena a la cabeza, y los otros aspirantes a ocupar su puesto en las próximas elecciones municipales, Martínez Almeida (PP), Pepu Hernández (PSOE), Begoña Villacís (Ciudadanos)… Todos quisieron salir en la foto a pesar de que el tema ni les va ni les viene. La más interesada, suponemos, Carmena. El gobierno del consistorio había cuidado, en los inicios del proceso, de que el Madrid no ganara edificabilidad en el Nuevo Bernabéu, lo que hará muy difícil que tenga un retorno económico la mega reforma, antes de aprobar el Plan Parcial que la permitía.
Ya no hay más obstáculo para la obra faraónica que pretende Florentino más que la línea de crédito de 575 millones que el presidente del Madrid ha llevado al mercado estadounidense. El Real Madrid irá pagando los intereses religiosamente durante más de 30 años, lo que elevará el coste total de la obra a una cifra cerca a a los 900 millones de euros. Sólo resta saber si la entidad seguirá teniendo músculo económico para seguir haciendo fichajes de relumbrón, algo imprescindible en esta época de transición deportiva. Seguro que Florentino tiene un plan. Un nuevo contrato con Adidas, un nuevo apellido para el estadio cuando esté terminado dentro de cinco años, y por qué no, una subida de la cuota de los socios y abonados… El Madrid entra en este nuevo proyecto deportivo con la incertidumbre de qué sucederá a partir de ahora, pero con el deseo de Florentino cumplido. Un estadio techado y recubierto de una piel metálica que no ganará aforo. Llamativo sí que es. Ningún político quiso perdérselo. Es el poder de atracción del Madrid. Seguro que también tienen sitio en el nuevo palco.