Victoria. El Atlético es especialista en ganar muchos partidos por la mínima, 0-1 o 1-0, sufriendo muchas veces, haciendo valer su fortaleza defensiva y sus recursos atrás. El Atlético sacó en Vitoria otra versión, la más desconocida, la de un equipo que fue superior de principio a fin jugando al fútbol, creando ocasiones, no conformándose con un gol, sino buscando un segundo y un tercero. No fue un equipo timorato y sí vistoso, tocando cuando pudo y defendiéndose bien cuando tuvo que hacerlo. El Atlético sacó los tres puntos en la complicada visita a Mendizorroza y sigue soñando con restarle puntos al Barcelona. Hay una semana decisiva con dos partidos, uno de ellos el enfrentamiento directo entre el conjunto azulgana y el rojiblanco. De momento, el Atleti hizo pasar un buen rato a su afición. Hizo olvidar los malos tragos de hace unos días.

Fútbol. La primera media hora que hizo el Atlético fue casi de lo mejor de la temporada, con toque, control, posesión, llegadas... Una pena que le hayamos visto tan pocas veces jugar así al fútbol al equipo de Simeone, puesto que tiene futbolistas de clase y calidad como para crear fútbol, además de correr, presionar y defender. No creo que muchos equipos puedan tener en el medio a Thomas y Koke y jugar en las bandas con Griezmann y Saúl. Ni una pareja de ataque con Diego Costa y Morata. Viendo jugar así al equipo da cierta tristeza pensar que el equipo podía haber hecho mucho más en otros partidos. Aunque uno, que es optimista por naturaleza, piensa en el futuro y en el hecho de que este conjunto tiene aún mucho recorrido. Pensar en llevarse el título es una quimera, pero de cara a la próxima campaña este equipo tiene que mostrar síntomas positivos, tiene que enseñarnos que hay Atleti para rato.

Ausencias. Porque se irán jugadores que han hecho historia, pero el bloque seguirá. Uno es positivo viendo cómo se movió Morata en la punta de ataque o viendo el gol de Diego Costa. O cómo se sacrificó Griezmann en defensa, corriendo hacia atrás como si fuera un lateral. Ese es el Atleti de siempre. O esa asistencia de Lemar a Morata. Los atléticos se caracterizan por verlo todo blanco o negro. Y no siempre debe ser así. Lo dicho, se irán jugadores, de hecho ya se marchó Lucas, pero la base seguirá. Y eso es mucho. Entre los que seguirán estará Oblak, quien hizo 200 partidos con la camiseta rojiblanca. El cancerbero es uno de los fijos del futuro Atleti.

Costa-Morata. El Atlético se quedó a cero en Turín y en Bilbao y en once minutos llevaba ya dos goles. Dos tantos de bella factura, elaborados y con dos muy buena definiciones. Diego Costa no marcaba en LaLiga desde el 24 de noviembre. No ha sido su temporada, pues su lesión le lastró, pero creo que aún hay futbolista importante ahí. Como también Morata, quien hizo el 0-3 y ya lleva cuatro goles en el campeonato liguero con el equipo madrileño. Morata le ha venido de maravilla al Atleti. Y está dispuesto a aprovechar esta ocasión que se le ha presentado en su carrera.

Aplausos. Mendizorroza apretó, no podía ser de otra manera. Y lo hizo incluso cuando su equipo fue perdiendo 0-3. El Atleti fue mucho mejor desde el pitido inicial, pero eso no importó a su afición. Incluso la hinchada local aplaudió el 0-4 de Thomas, golazo. Seguro que será uno de los tantos de la temporada. Y los aficionados del Alavés reconocieron el golazo con aplausos en un bonito gesto. Ahora vuelve LaLiga al Wanda Metropolitano con la visita del Girona, equipo al que los rojiblancos aún no han ganado. De momento, el equipo ha recuperado las buenas sensaciones.