El futuro pasa por Saúl y Grizi

Estamos en marzo y otra vez como en junio. A vueltas con Griezmann y su futuro. Que si el Barça. Que si el PSG. Una diferencia hay, sin embargo. Ha hablado Maud, representante y hermana. "Sólo piensa en el Atleti". O el propio Grizi. "Estoy harto... cada año lo mismo". Aunque, querido Antoine, te digo: tú lo detendrías de golpe. "No me voy a ir". Tan fácil. Es cierto que su sueldo, los 23 millones, han roto el status quo del vestuario. Que una larga fila se montó detrás. Tantos otros, pidiendo más. Tal es la diferencia. Un sueldo 'Cristiano-Messi' para que el Atleti, en el año de su final, esté así. Sin Champions, sin Copa, sin Liga. Pero ¿dónde estaría sin Griezmann? Peor. Porque cierto es que faltaron sus goles a la Juve, tanto como que lleva todo el año demasiado solo. Que el Atleti ha sido Grizi y nadie más. Que él no puede hacer todo. Atacar, defender. No. Tampoco Saúl. Lateral, centrocampista, banda, en bucle.

No ha sido éste tampoco su año. Pero no puede irse. Por mucho que el City, el Barça, que esté así-así con el Cholo. Saúl es carácter, es escudo y el futuro debe pasar por sus piernas. Y las de Grizi. Rodeados de Gabis, Tiagos y Raúles García.