Red Bull hace correr a Honda
Le preguntaban a Bottas, nada más acabar la carrera, sobre su victoria en el GP de Australia y no era capaz de dar una explicación demasiado clara sobre lo que había ocurrido. Porque es normal, incluso demasiado, que gane un Mercedes... pero no el suyo. Y menos incluso cuando Hamilton no tiene problema alguno, tan sólo una falta de ritmo igualmente sorprendente que el finlandés supo aprovechar con maestría para ponerse al frente del Mundial de Fórmula 1. Lo presumible es que el privilegio no le dure demasiado, pero de momento la satisfacción no se la quita nadie, tanto la del propio triunfo en Albert Park como la de ser más rápido en condiciones normales que su campeonísimo compañero, lo que no es en absoluto sencillo.
La otra noticia del arranque de la temporada es, en mi opinión, el tercer puesto de Verstappen y el Red Bull con motor Honda. Sí, el mismo propulsor con el que McLaren estuvo tres años sin levantar cabeza y que el equipo energético ha llevado al podio a las primeras de cambio. Es indiscutible que los japoneses no estuvieron a la altura de las circunstancias en todo ese tiempo, el que le tocó padecer a Alonso, pero este resultado revela igualmente que en Woking tampoco hicieron el trabajo que se esperaba de un equipo de leyenda. Una constatación preocupante en tanto que es ahora otro español, Sainz, el que milita en sus filas y puede sufrir ese rumbo errático de McLaren. De momento, pese al abandono en Australia, al madrileño se le ve optimista y animado, lo que es un buen síntoma en un piloto tan exigente como él.